La Espiral Existencial
Othón Osorio • 5 de diciembre de 2019
La Espiral Existencial

Metafóricamente, esta expansión sería el equivalente a un salto
cuántico, el paso de un electrón al siguiente nivel de energía. Este salto, el de la consciencia, no se da en la discontinuidad, aunque si presenta múltiples posibilidades, y de ahí que la realidad nos “sorprenda". Se da más bien en un continuo, se da en una espiral
logarítmica, personal, única, en una sucesión Fibonacci, en donde la experiencia
sumada a las anteriores, no da una unidad más de consciencia, sino la integración de todas ellas. Y es la posibilidad a la que nos asomamos, con sus fuerzas entrópicas, la que le da ritmo, secuencia, forma y velocidad a nuestra propia espiral existencial. Estas fuerzas entrópicas actúan como centros gravitacionales
que acentúan la perspectiva desde la cual se coloca el observador, dando pie entonces a los ciclos de reparar o repetir.
Si esto lo extrapolamos y los trasladamos a la consciencia colectiva, entonces tenemos que la esencia de nuestra realidad, es la integración de todas las consciencias, cuya resultante será también la consolidación de las experiencias colectivas
desde la perspectiva de cada observador. Que, a su vez, coloca en perfecta armonía el, aparentemente disonante, caos que genera el movimiento que da luz, razón y sentido a nuestra existencia, en el todo.